Estoy convenciéndome que lo mejor que puede pasarle a las finanzas de uno es un secuestro. O, al menos es el caso de la señora Ingrid Betancourt que, a un año de su rescate, ya anunció la publicación de un libro y la producción de una película sobre sus seis años de cautiverio.Y como siempre, la gente no se indigna, no se ofende ante semejante descaro.
Es más, hay gente que quiere saber lo que vivió Ingrid Betancourt durante seis, seguramente horribles, años de cautiverio. Hay gente que quiere sacar dinero de ello. Y, a toda esa gente, no le importan los otros secuestrados, a los que liberaron, a los que siguen secuestrados y a los que secuestran todos los días.
Y hay otros peores, que en el colmo del cinismo, creen que saliendo a marchar cada mes van a liberarnos. Ellos no son capaces de sacrificar un poco de ellos por los demás. La única persona que se salva es el profesor Moncayo, que sí ha vivido todo un suplicio caminando en nombre de su hijo; que sí estaba sirviendo a la patria. Porque todos sabemos que Ingrid, cuando la secuestraron, no estaba precisamente buscando la manera de acabar con las FARC, ella se estaba haciendo propaganda política.
Pero la gente no se indigna. Nadie se percata de que, mientras Ingrid Betancourt se hace una fortuna gracias a su tragedia, hay otras cinco mil personas que siguen sufriendo. Y, hay otras, muchas menos, que liberaron y por las que sólo se preocupan sus familias, que no harán fortuna, que nadie recordará.
¿Será que acaso los políticos sufren más cuando están secuestrados? Quiero decir, ha de ser muy difícil para ellos no tener sus comidas elegantes, sus reuniones con la clase alta colombiana, sus lujos. Para los soldados, que generalmente son pobres, no debe cambiar mucho el panorama; una cama más incómoda, cuando mucho. Estos pobres de hoy en día jamás podrán entender lo difícil que puede ser el secuestro para un rico.
En fin, sólo esperemos que los otros cinco mil también puedan hacer fortuna cuando son liberados. Si es que pueden ser liberados. Si es que alguien intenta liberarlos.
Mr.Rain's Blog 
Parece que el texto llevara dos desarrollos paralelos. Por un lado, la idea del descaro que un ex-secuestrado se enriquezca con su tragedia. Porque no? Cual es el problema? Obviamente, todos no pueden ni podrán hacerlo. Lástima por ellos no supieron explotar la mina de oro que les dió el secuestro.
Ahora, encuentro, que ud expone que para los ricos el secuestro es más dificil que para los pobres. Bla! En una situación de esa, no hay escala social que escatime en golpes.
Aunque, afuera de cualquier discrepancia discursiva, me gusta mucho como ud escribe, Miguel.
Una pelicula? Cuando avisaron? Quien escribe, quien dirige, quien produce?
Comentarios por David E. Gómez A. — 3 julio 2009 @ 5:16 pm |