Ser pesimista en Colombia es algo sencillo; siempre se llevan las de ganar. A veces, uno trata de convencerse de que no todo está perdido en nuestro pedacito de tercer mundo, de que hay cosas buenas; porque las hay. Pero, en otras ocasiones, uno es testigo de situaciones que no hacen sino acentuar el pesimismo.
Ayer, por ejemplo, iba en el carro de un amigo, era un carro blindado. Nos paró la policía. El conductor sacó todos sus papeles, los del carro, nos requisaron hasta más no poder. Todo estaba en regla. Absolutamente todo. Sin embargo, no nos iban a dejar ir porque no podían determinar el espesor de los vidrios (que estaba especificado en los papeles, todos al día, del blindaje del carro). Dijeron que iban a tener que inmovilizar el vehículo mientras llegaba un técnico. Hubo que llamar al dueño del carro y prometer, al estilo Corleone, una especie de nómina. Al final nos dejaron ir.
Aclaro, los dueños del carro son personas increíblemente honradas, respetuosas y educadas. Sin embargo, movido por la curiosidad, pregunté por qué les pagaban a los policías y él conductor me dio un argumento que no supe como rebatir: “Es que piénselo así, si usted da los 500 mil pesos que le piden en el parte, usted esperaría que esa plata se fuera en vías, en infraestructura, en educación. Pero esos 500 mil pesos que usted se sudó para conseguir, se van a ir al bolsillo de uno que estudió más que el policía.”
¿Cómo niega uno ese hecho tan cierto? Es en esos momentos, cuando, personalmente, digo que se me cae la cara de la vergüenza. Uno saber que, así haga las cosas de manera honrada, siempre se van a desvanecer por los actos corruptos de la autoridad. ¿Qué puede esperar uno de un país cuya autoridad, que debería ser el ejemplo, es la maestra de la corrupción? Nosotros pagando impuestos, y los alcaldes en Europa o en Estados Unidos. Recuerdo que Jaime Garzón decía que si nosotros nombrábamos funcionarios público era para que LE FUNCIONARAN al público. Y no para que estuviéramos haciéndoles venias. “Concejal, arréglenos ese hueco de la calle, nosotros le conseguimos unos voticos.”
¡Qué vergüenza!
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N.B: Me perdonan la falta de constancia de estas últimas semanas. Me estoy enfrentando a un horrible bloqueo que no me deja escribir nada. Prometo volver lo más rápido posible a la publicación diaria. No dejen de visitar y comentar.
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Según entiendo la policia los detuvo y aunque todos los papeles estaban en regla, llamaron al dueño del carro y éste ofreció un soborno al policia? En ese caso no sería del todo justo afirmar que la autoridad es la «maestra de la corrupción» ya que el policia no solicitó el soborno, sino que fue el propio dueño del carro, en un acto igual o más incorrecto, el que lo ofreció.
Ocurre que en Colombia la corrupción sirve de excusa para todo, porque siempre los corruptos son otros y no uno. Jamás vamos a superar el tema hasta que no se entienda que las que son corruptas no son algunas personas o instituciones; la corrupta es la sociedad de la que todos hacemos parte. Todos aceptamos que «a papaya puesta papaya partida» y la demostración de esto fue el gran aporte que hizo DMG a nuestra sociedad. Siempre acusamos a los politicos, a la autoridad, a los sindicatos, de ser corruptos pero este señor demostró que el pueblo entero tambien es corrupto. Conocí a muchos «inversionistas» a los que se le preguntaba si no les importaba saber de donde venía el dinero de las jugosas ganancias y, por supuesto, siempre me dijeron que no. Y fijese que a pesar de no haber metido plata nunca en una piramide, no me voy por el facilismo de señalar a otros como corruptos. Señalar a otro nos deja como opciones: encarcelar al corrupto o convencerlo de que no lo sea más, desterrarlo o eliminarlo, y ninguna de esas es una solución real pues siempre vendrá otro corrupto. Entender que es un vicio de nuestra sociedad nos enfrenta al reto de entendernos para hacer un cambio de fondo en nuestra forma de vida, nos enfrenta al reto de evolucionar de la cultura del papayazo y la malicia indigena hacia un estado superior, pero hay que empezar por entender donde está el problema.
Comentarios por csantamaria — 21 septiembre 2009 @ 7:31 pm |
Perdone usted, no fui claro.
No, sí fue el policía el que pidió el soborno. Yo no estoy de acuerdo, a pesar de no haber podido rebatir el argumento que me dieron como excusa, en sobornar a los policías, así estos lo pidan. Aclaro que también he visto casos de personas que ofrecen primero dinero a la autoridad. Tiene usted toda la razón al decir que esta es una sociedad corrupta.
Y claro, la actitud cómoda del colombiano promedio, esa falta de conciencia colectiva y la manera descarada en la que siempre tendemos a quitarnos la culpa y dándosela a otro. Por supuesto, los colombianos, la sociedad colombiano vive de la ley del menor esfuerzo, siempre pensando que «el vivo vive del bobo».
De nuevo muchas gracias por sus comentarios, señor Santamaría. Es un placer tenerlo como lector.
Comentarios por Mr.Rain — 21 septiembre 2009 @ 7:43 pm |